El 20 de Marzo de 2003 los EEUU presidido por George Walker Bush declaró la guerra a Irak, bajo la acusación de que poseían armas de destrucción masiva y subvencionaban a la banda terrorista Al-Qaeda, ambas fueron desmentidas. Tras el atentado del 11 de Septiembre de 2001 existía odio en la sociedad americana hacia la islámica, lo cual propició el apoyo de gran parte de la población a la guerra.
Contó con España y Reino Unido como principales aliados, presididos por José María Aznar y Tony Blair respectivamente.
El objetivo principal de dicha guerra era forzar el golpe de estado, para derrocar a Sadam Husein y frenar la ola masiva de gobiernos ultraconservadores que entorpecían el flujo petrolífero americano, se negaban a negociar con los estados unidos de América el precio de su petróleo.
Como resultado de tal despropósito, encontramos la captura y posterior ejecución de Sadam en el año 2006, además de una sociedad asumida en una guerra civil que deja cada año numerosas víctimas, los Estados Unidos que habían prometido la democracia -como si del 'american dream' se tratara- habían abandonado el país, algo similar al colonialismo occidental del siglo XIX los 'desarrollados' habíamos frenado el desarrollo africano.
El pueblo iraquí, asumido en el caos y la tragedia, se sentía engañado por haber apoyado a las tropas americanas bajo una promesa que jamás cumplieron, de este hecho se aprovechó Al-Qaeda, se había convertido en una 'guerra santa' contra los países católicos de occidente.
El 11 de Marzo de 2004, la banda terrorista castigó a España por su participación en la guerra con uno de los atentados más sangrientos que jamás ha sufrido nuestro país, un par de días más tarde Aznar perdió las elecciones; Reino Unido también sufrió una réplica en los famosos atentados del 7 de Julio de 2005 provocando el caos en el transporte público de la ciudad.
Fue entonces, cuando se inició una búsqueda masiva del líder de Al-Qaeda: Osama Bin Laden, vivo o muerto.
Tras numerosas conspiraciones, el presidente Barack Obama anunció el pasado 2 de Mayo la muerte del líder terrorista tras una operación llevada a cabo por la CIA, fue abatido en una residencia a las afueras de Abbottabad (Pakistán).
La multitud salió a la calle a celebrar la muerte del personaje más odiado por occidente en los últimos años, la 'paz' había llegado.
Algo francamente curioso es que grupos pacifistas salgan a celebrar la muerte de una persona, aunque sea un líder terrorista, el pacifismo se basa en la no-violencia como método de lucha contra la violencia.
En este caso parece que hemos dejado de lado los ejemplos de Nelson Mandela o Gandhi, quienes lucharon empleando la paz como arma; debemos estar contentos por el deterioro de Al-Qaeda, pero Osama Bin Laden debería de haber sido capturado y sometido a un juicio justo como todo ser humano se merece, por desgracia nos hemos rebajado a su nivel.
Gestos como este hacen que sienta la idea pacifista como una utopía inalcanzable...¡Qué ironía de pacifismo cuando celebramos la ejecución de un ser humano!
No hay caminos para la Paz, la Paz es el camino.
Mahatma Gandhi, 1869-1948.
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